Normalmente, las juntas homocinéticas figuran en la lista de componentes olvidados del vehículo, para salir a la conversación solo cuando se enfrenta una avería o se sospecha que están demasiado gastadas.

Son fundamentales para que el auto trabaje de forma correcta, por lo que si están estropeadas no habrá más remedio que cambiarlas. Entre los síntomas que apuntan a que una junta homocinética está dañada se encuentra los siguientes síntomas:

  • Si el vehículo manifiesta vibraciones o ruidos al girar.
  • Cuando se acelera el auto, se puede escuchar una especie de chasquido. Lo que puede ser resultado de una punta de la junta desgastada o dañada.
  • No siempre se deben reemplazar las juntas de ambos extremos del auto. Por ello recomendamos revisar desde dónde emerge el ruido o la vibración.
Para acceder a la junta homocinética, es altamente probable que tengamos que desmontar de forma parcial el sistema de dirección y los frenos. Si requieres de alguna reparación de juntas homocinéticas, te recomendamos acudir con un profesional.